Invadió tristeza y frustración a familias de Seleccionados
Tan rápido fue el desencanto como la llegada del enojo, la tristeza y la frustración a las familias de los jugadores mexicanos que observaron el partido entre el Tri y Holanda en la parte alta del estadio que pasó de la alegría a la tristeza en cinco minutos.
Todo era algarabía, no se dejaba de alentar y de apoyar al cuadro mexicano con el «Cielito Lindo» y el ¡Mexico, México!, hasta que cayó el tanto del empate que por algunos segundos silenció a la tribuna por el poco tiempo que restaba para terminar el duelo y llevarse el triunfo.
En ese momento Don Tomás Balcázar pasó saliva y comenzó a pedir la hora a un acompañante mientras sus ojos se humedecieron y terminaron por hacerlo tras el tanto de Huntelaar que significó el segundo gol de Holanda y la eliminación de la Copa del Mundo.
Los familiares de Héctor Moreno y Miguel Layún también lamentaron la marcación del penal al tiempo que se llevaron las manos a la cabeza.
Otro que no pudo ocultar su tristeza fue Raúl Jiménez papá, quien alentaba al equipo mexicano mientras intentaba superar el nudo en la garganta que se le formó por el gol a escasos instantes de terminar el partido.
